Tauro es un signo que siempre nos habla de persistencia, lealtad, paciencia, gozo de los sentidos del cuerpo, materialización, tangibilidad. El planeta que lo rige es Venus: placer, relaciones, belleza, prosperidad.
La luna nueva en Tauro toca en nosotr@s emociones que se relacionan con esas palabras clave. Este momento del año es uno de florecimiento. La astrología de este tiempo nos llama al autocuidado, al reconocimiento del cuerpo como portador de las experiencias de transformación que hace uun par de semanas se abrieron totalmente con la Luna llena en Escorpión. Sentir nuestro cuerpo y cultivar el amor por el cuerpo, son premisas requeridas en esta lunación que inicia.
La Luna Nueva es momento crucial de siembra, no importa en qué signo caiga siempre nos marca un tiempo inicial, un espacio en donde podemos comenzar de nuevo, poner atención en dinstintas aristas de nuestra vida, de tal manera que nuestra experiencia humana pueda tomar un distinto sentido.
La Abuela Luna es una grande maestra cuando se trata de hacernos conscientes del tiempo que estamos viviendo y las ricas experiencias que podemos pasar por el cuerpo para evolucionar y devolvernos al corazón del Universo en mayor expansión.
Tauro nos recuerda esto, nos lo hace muy presente: somos cuerpo, y es a través del cuerpo que nuestra experiencia humana puede suceder.
Esta Luna Nueva que acontece el 6 de mayo tiende relaciones importantes con Mercurio, Venus y Vesta, a su vez haciendo un sextil con Neptuno en Piscis, y un trígono con Plutón en Capricornio y Júpiter en Virgo. Es decir, las claves del trabajo para este mes son: autocuidado, siembra de sueños profundos, conquista de la libertad personal, expansión a través de la manifestación, armonía a través del cuerpo físico.
Luna y Sol se conjuntan a su vez con Mercurio. El diálogo tiene que ver con la forma en que manifestamos. Ahí está puesto nuestro enfoque. Toca revisar los pensamientos que tenemos con respecto a nuestro derecho de manifestar en la Tierra. Este derecho se ve puesto en acción de forma más consciente cuando decidimos cumplir nuestros sueños: cuando decidimos hacer visible quiénes somos.
Mercurio retrógrado nos llama los primeros días del mes a revisar nuestras palabras, a hacernos conscientes del rezo que elevamos todos los días a través del verbo: ¿qué nos decimos? ¿somos buen@s con nosotr@s a través de lo que verbalizamos? ¿nuestras palabras son poderosas? ¿o estamos acostumbrad@s ya a descalificarnos, a burlarnos de nosotr@s mism@s, a ser irónic@s?
Cuando revisamos las palabras que nos decimos y que decimos todos los días, podemos encontrar la raíz de nuestro sentir y pensar. Y si podemos tomar consciencia de este rezo que diariamente elevamos seguramente cuidaremos más lo que sale de nuestra boca o nuestras manos escriben.
Mercurio nos habla de esta cualidad sagrada que sólo poseemos los seres humanos: la palabra y el diálogo a través del verbo. Toca hacer una escucha amorosa durante esta lunación. Toca darnos cuenta qué solemos decirnos con respecto a nuestra vida. Toca mirar en qué parte de nuestras sentencias provocamos caos o dolor en nuestra realidad.
Por otro lado, Venus a unos cuantos grados de la luna y del sol, y guardando poderosos aspectos con Marte (poder, voluntad), Júpiter (expansión, bendición), Neptuno (espiritualidad y sueño) y Ceres (lo que nutrimos) nos cuenta que para avanzar y prosperar es requerido revisar los proyectos que llevan nuestro nombre y los sueños que hemos tenido -pero no nos hemos decidido a cumplir. ¿Los soltamos finalmente? ¿O nos decidimos a dar un paso más para cumplirlos?
Reconociendo que nosotr@s somos nuestro destino toca reforzar el compromiso que nace de nuestro corazón para alcanzar eso que amamos. De otro modo, es posible que seamos llevad@s a encontrarnos más y más con eso que rechazamos, que no queremos mirar. Porque es lo que rechazamos el opuesto directo que nos da impulso para hacernos cargo de nuestras pasiones y deleites, de eso que nos coloca con alegría en la vida.
¿A qué le hemos dado espacio: a lo que rechazamos o a lo que amamos?
Nos toca mirar cuáles son nuestros verdaderos valores, ¿qué es eso que nos mueve a la vida? Para declarar nuestro intento hacia esto, para acercarnos más y más a la nueva vuelta de evolución de nosotr@s mism@s. Si no podemos hacer esto, nunca sabremos realmente y de corazón hacia dónde queremos ir. En otro texto a través de nuestra lista de correos hablaremos acerca de las claves para trabajar con esta luna nueva.
A esta danza íntima que sol y luna hacen se les une Vesta (purificación, dedicación religiosa, entrega ígnea). Ella provoca en esta ecuación que poseamos una mayor focalización. Así que hacernos cargo de nuestros valores, lo que requerimos para conectar con lo que amamos y nos apasiona, se vuelve una posibilidad total en esta lunación.También, y de muchísima importancia toca mirar y revisar todo lo que tenga que ver con nuestro cuerpo como portador de la experiencia humana: desde la salud física hasta las memorias que guarda… pasando por su estado físico, ¿somos poseedor@s de salud o estamos enferm@s?
La escucha de nuestro cuerpo físico es vital aquí y ahora. La astrología nos habla de que es preciso que miremos este templo que somos, que lo limpiemos, que revisemos en dónde hace falta nutrición, y cómo requiere ser cuidado.
Esto nos lleva también a reflexionar acerca de nuestra relación con la Madre Tierra -que también es un tema taurino; acerca de la relación tomar-recibir que guardamos con ella. ¿De qué manera tomamos de nuestra madre tierra? ¿De qué manera devolvemos? ¿Estamos a su servicio o sólo provocamos y esperamos que ella lo esté? ¿Qué alimentos tomamos de ella? ¿Qué devolvemos?
En esta lunación toca hacer un trabajo constructivo y amoroso, toca revisar nuestra relación con nuestro cuerpo físico, con nuestra casa total que es la Madre Tierra y las relaciones que establecemos en ella. Toca revisar cómo lidiamos con nuestro poder de manifestación, si estamos siendo creativ@s y estamos al servicio con todo lo que somos, o vivimos sin vitalidad alguna siendo esclav@s de condicionamientos y viejos patrones agonizantes.
Como siempre, la Abuela Luna nos llama a ser conscientes de nuestro paso, de nuestras huellas humanas, de la forma como usamos el tiempo y vivimos nuestra ciclicidad. Por que en efecto, esta vida es sólo una y toca hacer que cada momento cuente.
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Me fascina, todo lo que tenga relación con la luna, mi abuelo era muy consciente de lo que provocaba por ello sembraba siempre con respecto a la luna …siempre revisba el calendario lunar para sembrar y también para segar. Quisiera saber si existe información para estas fechas con respecto al 2017.
¡Qué abuelo tan sabio! ¡Que tengamos el honor de seguir honrando esa medicina amorosa!