La leyenda…
Hubo un tiempo en que reinaba la armonía en la Madre Planeta. Habia paz y respeto entre hombres y mujeres, y entre las razas. Pero la fiebre por el oro, que era para ellos la luz del Padre Sol materializada, despertó su avaricia y generó sed de poder y dominación… El caos llegó a tal límite que la Tierra tuvo que ser consumida por el Fuego para ser purificada. Y entonces, para que una nueva humanidad pudiese surgir y asi reestablecer el equilibrio perdido, la Madre Tierra materializó, en este mundo físico y con la ayuda de la Abuela Luna, su Sabiduría, Amor y Compasión… Así la Luna, en cada ciclo recorrido alrededor de Gaia, nos iba presentando una Mujer con un conocimiento particular y una enseñanza especial para ser transmitida a los Hijos de la Tierra… 13 vueltas da la Luna Alrededor de la Tierra en un año solar, y 13 son las Madres de los Clanes que, juntos, contienen toda la Sabiduría de Gaia…
SEGUNDO CLAN: GUARDIAN DE LA SABIDURÍA
Estate atenta a estas indicaciones (puedes tomar nota): si caminas hacia tí misma, llegas al valle de la Historia, sigues por el camino de la Memoria, entras en la gruta del Silencio, llegas al claro de la Percepción, sales por la abertura de la Verdad, y tomas el sendero izquierdo del Soltar que conduce al bosque de la Orenda… encontrarás una Mujer con un cofre y una llave colgada de su cuello. El cofre y la llave son antiguos, pero su estilo habla de todos los tiempos… Ella es la Guardiana de la Sabiduría, Protectora de las Tradiciones Sagradas y los Conocimientos Antiguos, y Madre de las Piedras; las Piedras saben todo aquello que el cofre contiene, pero sólo estarán dispuestas a contarle a aquella que realmente se permita parar y silenciar su mente y su corazón… Si la Mujer te siente preparada para ver el interior del cofre, te dará la llave, sólo si estás preparada. Ella sabe. Lo que el cofre guarda no es para cualquiera. Si no estás lista, probablemente abrirías el cofre y lo verías vacío… Sólo aquella Caminante que está preparada para comenzar a trabajar con aquello que esta Sabia guarda celosamente, tiene el permiso para desvendar aquello que esta durmiendo allí dentro… Y que pasará cuando el Misterio vea la Luz?
Las Piedras.
Nuestro paso por aquí es un soplo. Un soplo nos crea, y en un soplo volveremos a aquel orígen del cual venimos.
Imagínate un período de… 20 años. Ahora, imagínate un período de: 75 años. Fácil, verdad? Ahora imagínate un período de… 130 años. Es un tiempo que te excede, pero con certeza todavía puedes vislumbrarlo en tu mente… Y qué pasa si te pido que imagines un período de 1000 años? Recuerda: “Un soplo nos crea, y en un soplo volveremos a aquel orígen del cual venimos”… El único lazo que tenemos con tal magnitud del Tiempo, Gran Señor, son los números. Meros dibujos que hemos dotado de significado, para poder nombrar aquello que no podemos abrazar… Y si te pidiera que imagines un período de… un millon de años?
Sabes quienes pueden hablarnos de tal experiencia? Las Piedras. Ellas son unos seres bien antiguos! Y como tales, han sido testigo de mucha cosa que ha acontecido aqui en la Madre Planeta. En ellas, está registrada la Historia. No te confundas, parecen inmutables, indiferentes al Tiempo, pero ellas cambian, a cada momento… Así como cambias tú, como cambio yo, como todo cambia. Sólo que las Piedras cambian… más lentamente. Constantemente, el Agua y el Viento les traen noticias, y se llevan una partecita de sus secretos.
Ellas son los libros más antiguos que existen. Pero acceder a su Sabiduría no es tan fácil como abrir en la página tal… Hay un precio, que el Elemental de la Piedra te cobrará a cambio de contarte lo que sabe: Paciencia, y Silencio. Sólo así podrás acceder a su milenar Sabiduría. En ellas, está registrada la Historia. Su Medicina, es la Memoria.
La Memoria.
“Todo está guardado en la Memoria”. Me pregunto si aún me recuerdas. Me pregunto si aún recuerdo quien soy. Y si lo he olvidado es lo mismo, tú vendrás a recordármelo. Qué clase de trucos utiliza la mente para alejarme de aquello vivenciado que me acerca a mi Sanador Herido?
Hay cosas que sólo recuerdo cuando me llamo a Silencio.
Parar la marcha. Recostarse sobre el pasto, bajo los árboles. Mis ojos reflejan su follaje desde el suelo, como un espejo. Sólo cuando percibo que mis ojos son un espejo, sé que me he detenido. Sólo en ese momento puedo respirar, y con mi exhalación me libero de todo aquello que me hiere y que está grabado en cada una de mis células. Porque no habrá Camino nuevo por transitar, si no registro cada árbol, cada piedra, cada flor, cada Sol y cada Luna del Camino que ya he recorrido. Si no registro, si no recuerdo, el Camino sólo sera en círculos… Sólo recordando sabré quién soy yo en este entramado: soy la que va a continuar el Camino ya trazado? O la que va a girar el timón, internándome en el follaje, para abrir un nuevo sendero?
Cuando pienso en la Memoria, me doy cuenta que no hay Memoria, sino Memorias. De mí conmigo, de mí con el Todo, de mí con el Pasado… Porque ese Camino que recorro es Rojo, y ha sido caminado por Otros y Otras antes que yo. Son Historias dentro de Historias, dentro de Historias, dentro de Historias, dentro de… Historias contadas, Historias calladas… Historias acalladas también. Y todas hablan de mí, y yo hablo a través de todas ellas. Un gran tejido. Y todas son ciertas, hay Verdad en todas ellas. El llamado es a honrar esa Verdad. Aquella Verdad con la que me identifico, aquella que mueve mis estructuras, aquellas que incluso parecen contradecirse, la tuya, la mía, la de ell@s…
Hay muchas cosas para recordar, más de las que pensaba.
(Recordar: Pasar nuevamente por el Corazón).
La Memoria / Las Sombras.
Sabes que pasa si recuerdo? Pasa que percibo todo lo que he olvidado a propósito. He decidido olvidarlo porque en aquel momento, tenerlo presente era autoaniquilarme… Pero fui ingenua, pensé que si lo olvidaba, aquello se desintegraría… Y no fue así, sabes? Aquello continuaba ahí, y no sólo eso, también crecía cada vez más; era cada vez más grande, ocupaba cada vez más espacio… parecía que hasta cobraba vida, que respiraba, que me miraba, cada día más enojado, porque yo le había dado la espalda… El olvido hiere, y cuando la Herida no puede ser transmutada en Medicina, un poder destructor se adueña de todo…
Pero un día me di cuenta que el peso de lo que había olvidado no me dejaba caminar… Era una bolsa demasiado pesada, y muchas veces parecía poseerme, pensando, diciendo y actuando en mi nombre… Ahí es cuando decidí parar la marcha, que cada vez era más lenta (por el peso de la bolsa, que crecía y crecía), bajar la bolsa de mis hombros, apoyarla en el piso, y abrirla… Tuve que abrirla, no tenía otra opción, si quería continuar mi peregrinaje, entiendes? Y ahí monté mi tienda, al lado del camino, porque sabía que el trabajo era mucho y arduo, y que habría de pasar varias noches con sus días allí… Hasta poder abrazar todo aquello, llorar todo aquello, aceptar todo aquello… Me llevó un buen tiempo escudriñar la bolsa y su oscuro contenido, pero cuando lo conseguí, cuando pude abrazar a ese mounstruo gigante y oscuro que vivia en la bolsa y decirle “Yo te veo, yo te acepto, yo te amo”, sentí una sensación que nunca había sentido antes. Me sentí completa. Y la Gratitud se adueñó de mí, y mi caminar desde entonces es bien más leve… Porque ahora se quien soy.
Sabia es la que Recuerda.
Texto y Arte: Lorena Butrón, Guía Mujer Lunar
(Un viaje grupal por las trece lunaciones del año)
Mágico y me emociono porque siento que he vivido esa aceptación muy recientemente. Merci mille fois merci.